Un análisis de las escuchas telefónicas a los integrantes de ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’, grabadas entre el 24 de mayo y el 7 de julio en que IDL-Reporteros reveló los audios de la corrupción, confirma que Ríos y sus cómplices fueron advertidos de la investigación de la fiscal de Crimen Organizado del Callao, Rosario Sánchez. Ocurrió al menos 43 días antes de que salieran a la luz por vez primera las grabaciones.
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En dichas grabaciones revisadas por la Plataforma de Investigación Periodística -colectivo integrado por La República, Ojo Público, Convoca y Wayka-, Walter Ríos y sus contactos se pintan como unos hombres derechos y honestos para despistar a los agentes del sistema de escucha Constelación, que administra la Dirección Antidrogas (Dirandro). ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’ pretendieron despistar a los agentes pintándose como personas respetuosas y temerosas de la ley.
Al día siguiente, 24 de mayo, a las 9:45 de la mañana, el exjuez de la Corte Superior del Callao Carlos Zecenarro Mateus llamó a Ríos para que lo ayude a acelerar un trámite porque se estaba demorando demasiado en la Corte.
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La República confirmó que Ríos no mantenía buenas relaciones con Zecenarro, por lo que una negativa de Ríos hubiese bastado para enviarlo al desvío. Pero no, sabiendo que su teléfono estaba controlado, aprovechó para argumentar que en su jurisdicción todo se hacía de acuerdo con la ley y hasta pontificaba que era muy respetuoso de la Constitución.
“Usted sabe, acá en la Corte Superior de Justicia del Callao se hace todo dentro de los cauces legales y constitucionales. Dentro de ello, usted que ha sido un ilustre magistrado, sabe que la función del presidente es una función básicamente de gerenciar la administración de la Corte. Dentro de esos parámetros legales me temo que yo no tengo facultades legales para poder -doctor de mi corazón- hablar con los peritos. Los peritos están a cargo de la gerencia. Entonces, si la gerencia ha pasado ya el peritaje, como usted bien dice, es el órgano encargado. Le suplicaría, de repente, (requerir) un canon legal. Me parece, me temo, de repente sería que usted presente un reclamo por escrito a la presidencia, como máxima autoridad de la institución. Entonces, yo lo derivo, de acuerdo a ley, a la Constitución y a los reglamentos vigentes, al órgano encargado”, respondió Ríos a Zecenarro.
Ríos no era el mismo que se refería a sus cómplices como “hermanitos” o hablaba de “verdecitos” o “azulitos” a cambio de favores judiciales.
Las autoridades del caso ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’ consideran que el cambio de personalidad de Ríos obedece a que había sido alertado de las escuchas telefónicas, pero ya era demasiado tarde. Hacía por lo menos seis meses que sus conversaciones eran grabadas.