El estremecedor caso de violación y homicidio a una niña en Chile ha generado el repudio de la población, luego de que el inculpado por el crimen quedara en prisión preventiva entre exigencias de cadena perpetua y el pedido de restablecer la pena de muerte.
Ámbar, una menor de un año y siete meses fue golpeada y violada hasta la muerte en la comuna de Los Andes por, presuntamente, la pareja de su tía identificado como Andrés Espinoza (30 años).
Espinoza se encontraba detenido desde el sábado en la cárcel de Quillota, localidad vecina a Santiago, tras ser el principal sospechoso de las graves lesiones con las que llegó la menor al Hospital San Camilo, de la localidad de San Felipe, a unos 80 kilómetros al noroeste de la capital chilena.
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El Gobernador de San Felipe, Claudio Rodríguez, aseguró a los periodistas que los doctores que atendieron a Ámbar quedaron «muy afectados emocionalmente» y tendrán que recibir ayuda psicológica.
El Fiscal Ricardo Reinoso, del Juzgado de Garantía de Los Andes, dijo a la prensa que el inculpado trasladó a la menor hasta el servicio de urgencias por una supuesta caída y allí afirmó que producto de las lesiones la menor había fallecido.
Desde hace ocho meses la víctima y su hermana mayor estaban al cuidado de su tía y de Andrés Espinoza por disposición del Servicio Nacional de Menores (Sename), un servicio fuertemente cuestionado por las organizaciones sociales y políticos.
Un tío de la bebé, Ignacio Páez, aseguró este lunes en declaraciones al Canal 7 Televisión Nacional, que el detenido siempre fue un hombre muy violento «y que todos lo sabían».
«Yo estaba peleando por la custodia de la niña. Él no era competente para cuidarla, era un hombre violento y tengo pruebas», aseguró Páez, quien acusó al Sename de no darle la custodia por ser homosexual.
Fuente: El Comercio