La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Claudia Dávila, se ha visto involucrada en un escándalo luego de que su concuñado la acusara -junto a su esposo- de agresión. La denuncia fue sentada por Alfredo Gonzáles ante una comisaría contra la funcionaria y su esposo Luis Zegarra.
El hecho, difundido por el programa Beto A Saber, ocurrió el pasado 1 de octubre en Jesús María al promediar las 6 de la mañana. De acuerdo a lo reportado, los involucrados habían participado de una reunión social un día antes y que se extendió hasta la mañana del sábado, a tan solo horas de que rijan las restricciones por la Ley Seca en el marco de las elecciones municipales y regionales 2022.
Ante la difusión de videos que la comprometerían con el hecho, la titular del MIMP reconoció haber pateado a su concuñado aunque sin brindar mayores detalles. En su lugar, recalcó que actuó en “absoluta defensa” suya y de su familiar, además de señalar a su concuñado Alfredo Gonzáles de tener cuestionables antecedentes.Dávila, en declaraciones a Exitosa Noticias, aseguró que no renunciará al cargo porque sería “aceptar que lo he agredido por loca”.
Un reporte periodístico reveló que el concuñado de la ministra, Alfredo Gonzales Salas, de 33 años, denunció ante la Policía haber sido víctima de agresión física por la funcionaria y su esposo, este último hermano de su actual pareja.
Según el parte policial, Gonzales aseguró que el esposo de la ministra Claudia Dávila “lo redujo cogiéndolo del cuello y posteriormente lo puso sobre el suelo”, mientras que la titular del MIMP “le propinaba patadas en la cabeza”.
La gresca familiar se produjo al término de una reunión realizada en la casa de la suegra de Dávila, en Jesús María.
“El hecho ocurrió por motivo que el recurrente había consumido sustancias narcóticas y su conviviente al notar este estado le solicitó a los denunciados que lo retiren del inmueble”, se lee en el documento difundido.
Según informó Latina, Gonzales Salas tiene denuncias por golpear a un policía, venta de drogas y por robo agravado a mano armada.
“Ahorita estoy siendo víctima de chantaje. Estos señores, la hermana de mi esposo y este señor que es drogadicto le han dicho a mi suegra que se vaya a de la casa, que si no se va de la casa ellos van ir contra mí porque soy ministra, y soy absolutamente vulnerable en esta situación que estoy ahorita”, refirió.
«Yo lo he agredido, pero yo me he defendido. No sé exactamente qué parte le he pateado porque él estaba en el piso y estaba con mi esposo encima. Mi esposo no lo ha golpeado. Si él lo hubiera golpeado, él tendría lesiones”, sostuvo.
La ministra también manifestó que luego de conversar con el presidente Pedro Castillo, este le pidió que brinde explicaciones ante la opinión pública sobre los hechos ocurrido el 1 de octubre.Afirmó que si bien los funcionarios se encuentran en constante evaluación, no renunciará al cargo porque hacerlo significaría que “he agredido porque estoy loca”.
“Yo no voy a renunciar, porque renunciar sería aceptar que yo lo he agredido porque estoy loca o cualquier cosa que quieran distorsionar. Yo me he defendido y he defendido a mi esposo, ¿por qué? Porque este señor estaba drogado”, señaló.
Fuente: Correo