Felipe Cossío del Pomar fue un destacado pintor piurano, descendiente de una familia adinerada y de gran prestigio de la Ciudad de Piura, lo que le sirvió para seguir sus estudios en el extranjero, donde recorrió varios países dejando un legado de sus obras.
Redacción
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El artista nació un 31 de marzo de 1889 en la calle San Francisco, hoy conocida como calle Lima.
“Yo nací en la calle San Francisco de Piura, cerca del templo del mismo nombre. Hoy esa calle se llama Lima. Me bautizaron en la Iglesia Matriz de esa ciudad, habiendo sido mis padrinos don Eduardo Seminario Arámbulo, dueño de la hacienda Pabur, y doña Isabel Iriarte de Lañas”.
Sin embargo, el verdadero nombre de Felipe Cossío de Pomar es Juan Mariano. El origen de sus nombres se debe a que fue el hijo primogénito de Don Juan Mariano Cossío y de Doña Rosa Pomar, por lo consiguiente heredó el nombre de su padre y abuelo paterno, quien era en aquella época era el presidente de la Corte Suprema y el paterno Ministro de Justicia.
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Pero, después se le añadiría el nombre del abuelo materno, Felipe, el cual finalmente asumió como propio.
El ser descendiente de una familia aristócrata, ligada a las leyes y la justicia, fue incitado a viajar al exterior para que realice sus estudios en derecho, pero su inclinación por el arte le hizo tomar rumbos diferentes.
“Lo que realmente me atraía era el mundo del arte, que yo soñaba maravilloso. Era una afición que ocultaba como si se tratase de un pecado mortal. En el fondo prefería ser artista a defender pleitos o dictar sentencias, como mi respetable abuelo”.
Su recorrido
Después de tres años de vivir en Bruselas decide viajar a París, esta ciudad se convierte para el en su centro de peregrinación, “la ciudad que nunca dice adiós” y “el único sitio en donde el artista puede vivir su vida y donde el producir es un gozo”.
Tiempo más tarde emprende un proyecto en México, el cual consistía en la creación de una Escuela de Bellas Artes en esta ciudad del estado de Guanajuato. Hoy esta escuela es considera patrimonio cultural y convertida en un reclamo turístico muy reconocido.
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De vuelta a sus raíces
A fines de abril de 1980 Cossío del Pomar decide regresar al Perú y con ello visitar su tierra natal, Piura, en una carta a su amigo cita lo siguiente.
“Unas líneas para anunciarte mi llegada al terruño […]. Me he encontrado otra tierra. Con la tristeza que se encuentran a las antiguas enamoradas después de cuarenta años. Mi consuelo es haber traído mucho material de pintura. El arte es un refugio”.
Su importante aporte que hizo al arte piurano fue la donación de su colección de pinturas, estas se encuentran en la Escuela de Bellas Artes Ignacio Merino, en Piura.
Además, en el mes de noviembre de 1980 fue condecorado por el gobierno de Belaunde Terry con la Orden del Sol en Grado de Gran Cruz.
Hoy en día una urbanización del distrito de Castilla, lleva su nombre, la urbanización Felipe Cossío del Pomar, ubicado cerca de la Universidad Alas Peruanas.