La Dirección Regional de Salud declaró el estado de alerta roja en la región Piura con motivo de las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, debido a que durante los días festivos se concentra y traslada una gran cantidad de personas lo que trae consigo riesgos para su salud e integridad física.
La alerta está contenida en la resolución directoral 0662-17/GRP -DRSP-OEIS-CEPRECED, de fecha 15 de diciembre, firmada por el director regional de Salud, Hernán García Cabrera, la que rige desde el 22 de diciembre hasta el 03 de enero del año 2018.
La norma considera que las celebraciones por Navidad y Año Nuevo se caracterizan por la afluencia de una gran cantidad de personas en diversos lugares, ya sea por actividades turísticas y de festejo, “lo cual lleva a considerar aspectos de previsión en forma integral para atender una demanda que superaría la capacidad de respuesta en el sistema de salud”.
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Además, las celebraciones pueden ocasionar situaciones de emergencia de salud así como de otros riesgos directos e indirectos por lo que se espera el incremento de enfermedades producidas por la ingesta de agua y alimentos en condiciones insalubres preparados en forma inadecuada.
Asimismo, se amerita tener un control en la población ante el riesgo de que se presenten cuadros de dengue, chikungunya, zika, influenza y afectación por desórdenes sociales.
El Plan de Contingencia, en la que se ampara la alerta roja, establece que los establecimientos de salud de toda la región deberán aplicar las medidas preventivas pertinentes para una adecuada atención y control de personas afectadas.
Se prevé que como producto de las condiciones expuestas podría generarse un número variado de daños a la salud como lesiones traumáticas, heridas contusas, cortantes de diversa gravedad.
También: lesiones múltiples por arma de fuego y arma blanca, lesiones por diferentes grados de quemaduras, síndrome ansiosos, crisis hipertensivas, intoxicaciones alimentarias y por alcohol, paro cardiaco-respiratorio, desmayos, desvanecimientos, trastornos por deshidratación, y sofocación, entre otras.
El plan recomienda igualmente a los centros de salud y hospitales actualizar y revisar los inventarios de los recursos tanto de personal, medicamentos así como la operatividad de las ambulancias.
Además: elaborar el rol de retenes de personal, la operatividad del sistema de comunicaciones así como de los servicios críticos UCI, UTI, quemados, centro quirúrgico, tópico y emergencia.