La policía investiga el fallecimiento de una joven mujer que fue encontrada tirada en medio de la vegetación en el kilómetro 40 de la comunidad “Ignacio Távara Pasapera”, en la carretera Piura – Chulucanas, la mañana del último jueves.
La joven fue identificada como Miriam Chanta Chinchay de 24 años de edad, quien al momento de ser hallada vestía una blusa rosada, un short color negro y estaba descalza. La joven deja en la orfandad a una niña de seis años de edad, por quien se habría dedicado a trabajar para su sustento.
Noticias Piura 3.0 se comunicó con la prima de la occisa, quien informó que se presume se trataría de un caso de trata de personas, puesto que la joven fue captada por una mujer, quien le habría ofrecido trabajo, estudios y alimentación.
«La señora que les ha contratado para que trabajen es de Sapalache, el día martes les ha contactado a mi prima y a su amiga, y las ha tenido desde ese día hasta el mediodía de ayer (jueves), que es donde han ido a arrojar el cuerpo de mi familiar», sostuvo M.T.S, prima de Miriam Chanta.
Asimismo, indicó que la joven con quien vivía Miriam Chanta, logró escapar de sus captores, pero también habría sido dopada, ya que tendría señas los brazos debido a las constantes inyecciones que se les aplicaban.
«La chica que está viva está bien hinchada, está como drogada, ella dice que se ha corrido y ha logrado escapar. Ahora la pregunta es, cómo la han llevado hasta Chulucanas, se supone que la señora tendría sus cómplices», agregó M.T.S.
Se conoció que, la joven antes de haber sido arrojada a dicho descampado, habría sido ultrajada por sus captores.
Los familiares de la joven madre de familia exigen a las autoridades dar con el paradero de la mujer que captó a ambas jóvenes para prometerles el «trabajo soñado», sin embargo, se trataría de un caso de trata de personas.
Exigen justicia y que este caso no quede impune. Además, piden a las autoridades y a la población en general la ayuda económica para retirar el cuerpo de la morgue de Piura y ser trasladado a su natal Sondorillo, en Huancabamba.