La muerte de los cinco jóvenes que fallecieron en las aguas del canal Biaggio Arbulú, en el distrito de Castilla, sigue manteniendo consternada a la población piurana, sobre todo a quienes conocieron de cerca a las victimas mortales de este accidente de tránsito.
Tal es el caso de Lilian Houghton Hidalgo, maestra de Alejandro Gulman Augusto, conductor del vehículo, quien, a través de un conmovedor mensaje, difundido en sus redes sociales, se despidió del que un día fue “su niño, con pasos inquietos y con un futuro por delante”.
Alejandro no era más que un joven que anhelada la vida, soñaba en grande y amaba escuchar las historias de Alejandro Magno, con quien orgullosamente se comparaba por llevar su nombre. A su corta edad se ganó el cariño de su formadora y de muchas personas que lo rodeaban, pues era una persona que transmitía temple y fortaleza.
Hoy al igual que Alejandro, el emperador griego, te ha tocado librar la batalla más grande de tu vida, en un instante tuviste que resumir tu pasado, presente y futuro, aceleraste los instantes y minutos de esta vida para cruzar por el valle hermoso de la eternidad (…) Amaste el reino de tu personaje de la historia y ahora tienes uno para disfrutar, uno maravilloso al lado de nuestro padre creador, un reino de cascadas que se fundan en el paraíso, en un mar como el que amabas.
escribió la docente
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Alejandro Gulman, era un amante del mar, gran parte de las fotografías publicadas en sus redes sociales muestran la conexión de su persona con este paisaje, donde pasaba gran parte de su tiempo. Su maestra reafirme esta pasión que tenía por las aguas y continúa escribiendo su despedida.
Los papeles se han cambiado, paso a ser tu alumna y tú mi maestro, me enseñas a entender la dolorosa vida, esta que se encuentra ligada a la muerte, porque me estás dando la clase magistral cuyo tema es aprender a amar, sin verte, sin escuchar tu voz, a sentir tus pasos inquietos, a imaginar tu sonrisa, a ver la lejanía tus ojos llenos de interrogantes que hoy resolviste.
acotó
La docente, termina sus líneas resaltando que Alejandro, a su corta edad, deja las duras enseñanzas de los misterios de la dolorosa muerte, al igual que su apasionado personaje de la historia universal. Resalta su temple y fortaleza, porque para morir “se necesita fuerza para desprenderse de lo terreno y abrazar la magia de la eternidad.
Espérame mi gran emperador, sentado en la escuela del paraíso, que estaré algún día ahí para seguir gozando de la magia de la historia, aquella que nos hace grandes. Hasta pronto.
finalizó.
