El humo y gases producto de la quema de pirotécnicos pueden agravar las enfermedades respiratorias en la población. Así lo señaló el médico Julio César Polo Espinal, presidente del Comité de Salud Pública del Colegio Médico del Perú (CMP).
Según detalló el especialista, ante la cercanía de las fiestas de fin de año se debe tener mayor cuidado con los incidentes ocasionados con fuego, ya que en el mes de diciembre llegan entre 50 y 56 casos diarios de enfermedades respiratorias.
Se indica que de 3 a 10 personas por cada 100 000 habitantes se lesionan por pirotecnia en cada festividad de fin de año.
Asimismo, entre 1000 y 1500 personas de diversas edades, sobre todo niños, son asistidos anualmente en establecimientos de salud por lesiones debido a pirotecnia. Un 10% requiere internamiento por la gravedad de las lesiones, y los niños constituyen el 65% de las víctimas, el grupo de 10 a 15 años es el más afectado, y en todas las edades, 3 de cada 4 lesionados son varones.
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Las lesiones más comunes son en la cabeza (el ojo el lugar afectado en el 30%), en miembros superiores (manos y dedos), en miembros inferiores (en los pies, por pisar los artefactos), en el cuerpo y genitales por llevarlos en los bolsillos, lesiones en los ojos (mayormente leves y temporales, pero otros son severos y provocan la pérdida del ojo o de la visión).
El ojo se puede ver afectado por: quemaduras, laceraciones o abrasión en conjuntiva, córnea o párpados, también lesiones penetrantes y cuerpos extraños. En el oído las lesiones más comunes son por trauma acústico por pirotecnia (detonaciones de los petardos llegan hasta 190 decibeles), se siente zumbidos o silbidos luego de las detonaciones y luego disminuyen su intensidad, pueden no desaparecer totalmente durante varios días.
En cuanto a los incendios, se señala que el monóxido de carbono que produce la combustión es un gas letal que impide al cerebro y corazón funcionar normalmente, pero las altas concentraciones de este gas son un riesgo en personas con enfermedades cardiovasculares o respiratorias, anemia o hemoglobina irregular, quienes pueden experimentar efectos de salud más severos.
“Los niños son más vulnerables pues sus pulmones no están desarrollados completamente, respiran más rápido y pasan mucho tiempo al aire libre. En individuos sanos, el exponerse a este gas puede afectar la visión y la agilidad mental”, advirtió el médico.
Ante esta situación, el médico dijo que CMP demanda ante las autoridades detectar y erradicar solares y depósitos clandestinos de material inflamable que constituyen focos de incendios de gran magnitud; que se realice un trabajo de prevención, fiscalización, preparación y de cumplimiento de los procedimientos de seguridad.
Asimismo, se instó a la población evitar la compra de artefactos pirotécnicos prohibidos y entender que, pese a que hay algunos que si están autorizados, su uso es peligroso si no se emplean con las debidas medidas preventivas.
Finalmente se recomendó a los padres de familia, que los niños no deben manipular los productos pirotécnicos y la presencia del adulto a la hora de usarlo tiene que hacerse a través de una adecuada supervisión.
“La mejor prevención es no usar pirotecnia y sobre todo no permitir el uso a los niños”, alertó.