El reciente anuncio de la presidenta Dina Boluarte sobre el aumento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) de S/1,025 a S/1,130 ha generado diversas reacciones. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), esta medida beneficiaría únicamente al 1% de los trabajadores, excluyendo a la gran mayoría que labora en el sector informal.
El IPE señala que el impacto limitado del ajuste se debe a la estructura del mercado laboral peruano, donde el 75% de los trabajadores son informales y solo el 5% son independientes formales. En este contexto, el aumento del salario mínimo complicaría su cumplimiento, elevando las barreras para la contratación formal y fomentando la informalidad.
La entidad subraya la necesidad de centrar los esfuerzos en políticas que impulsen la inversión privada, generando empleos de calidad y dinamizando la economía. Además, destaca la urgencia de reformas en la regulación laboral y tributaria para mejorar la competitividad del mercado laboral.
Por último, el IPE observa que la mayoría de los incrementos en la RMV desde el año 2000 han ocurrido en contextos políticos, lo que sugiere que el reciente aumento responde más a motivos políticos que a criterios técnicos que garanticen estabilidad y predictibilidad en el mercado laboral.