El papa Francisco, después de terminar su visita al Perú, respondió ante la prensa peruana sobre el escándalo de abusos cometidos dentro del Sodalicio de Vida Cristiana.
En diálogo con los medios en el viaje de vuelta a Roma, el santo padre también se pronunció sobre el caso de corrupción conocido como Odebrecht y dejó un mensaje a los peruanos.
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A continuación te mostramos la respuesta textual que ofreció el papa Francisco ante una pregunta.
Su santidad, en el Perú la clase política ha defraudado al pueblo, con actos de corrupción e indultos negociados, pero también lo han hecho algunos miembros de la Iglesia, basta ver a las víctimas del Sodalicio de Vida Cristiana esperando justicia. ¿Qué respuesta da usted a ambos casos?
«Primero, el problema de la corrupción. Yo no sabría responderte históricamente sobre el progreso de la corrupción, o históricamente en otros sectores del mundo. Yo sé que en algunos países de Europa hay mucha corrupción. En Latinoamérica hay muchos focos de corrupción, ahora está de moda hablar de Odebrecht, por ejemplo, pero eso es un botón de muestra. El origen de la corrupción es, yo diría, el pecado original que te lleva. Yo escribí un librito una vez, muy pequeño, que se llama “Pecado y corrupción”, y el lema que he sacado es: pecador sí, corrupto no. Todos somos pecadores, pero yo sé que todos nosotros buscamos acá, al menos yo hago la voluntad de mi parte y pienso bien de ustedes que lo hacen, cuando se encuentran en un pecado fuerte: esto está mal, acá me porté mal con un amigo o robé, o hice esto, me drogué, y entonces me freno y trato de no hacerlo. Bueno, está el perdón de Dios sobre todo eso.
Yo al pecado no le tengo miedo, le tengo miedo a la corrupción, y la corrupción ya te va viciando el alma y el cuerpo, y un corrupto está tan seguro de sí mismo que no puede volver atrás. La corrupción es como esos pantanos chupaderos que tu pisas y quieres salir y das un paso y te vas más dentro, más dentro, y te chupó. Es una ciénaga. Sí, es la destrucción de la persona humana.
Claro, el político tiene mucho poder, también el empresario tiene mucho poder. El empresario que le paga la mitad a sus obreros es un corrupto, y un ama de casa que está acostumbrada y cree que es lo más normal explotar a las mucamas, sea con el sueldo o sea con el modo de tratarlas, es una corrupta, porque ya lo toma como normal. Una vez recuerdo una conversación que tuve con una persona, profesional, me decía cómo llevaba la cosa, joven, tendría 30 años, y él me decía que trataba al personal doméstico de una manera nada noble, mencionaba las cosas que hacía con el personal doméstico, yo le dije pero usted no puede hacer eso, eso es pecado. Padre, me dice, no vamos a comparar a esa gente conmigo. Esa gente está para eso. Es lo que piensa el tratante sexual, el tratante de trabajo esclavo, los corruptos.
¿En la Iglesia hay corrupción? Sí. Hay casos de corrupción en la Iglesia, en la historia de la iglesia siempre los hubo, hombres y mujeres de Iglesia entraron en el juego de la corrupción. Y esto me sirve de puente para lo del Sodalicio.
El Sodalicio empezó con un caso de una persona que parecía muy de mucha virtud… murió e investigándola un día se descubrió que tenía doble vida. Es el primer caso del Sodalicio que yo conozco, esto hace 20, 25 años atrás. Y después una denuncia ya de abuso, no solo sexual, sino de abuso de manipulación de consciencia, para con el fundador. El proceso del fundador entró en la Santa Sede, se le dio una condena, no se lo expulsó del Sodalicio, sino vive solo, una persona lo atiende, él se declara inocente de estas pruebas que hubo en el juicio y apeló a la Signatura Apostólica, que es la Suprema Corte de Justicia del Vaticano. La causa está en apelación, por los datos que tengo saldrá en menos de un mes, lleva un año el proceso, en menos de un mes saldrá, pero ¿qué sucedió ahora?, ese juicio fue gatillo para que otras víctimas de esa persona hicieran juicio civil y eclesial, entonces, si la Signatura Apostólica pone fin a este juicio primero, sea a favor o en contra, ya no tiene sentido porque ahora sí hay cosas mucho más graves que dirá la justicia, pero son varios casos graves e intervino la justicia civil, lo cual en estos casos de abuso siempre es conveniente, porque es un derecho, y creo, por lo que sé, pero no estoy muy al tanto, que la cosa es bastante desfavorable al fundador. Por otro lado, no era una situación personal solamente, había cosas ahí no del todo claras.
Hace casi 2 años yo mandé un visitador al Sodalicio, en la persona del cardenal Tobin, obispo de Newark. El cardenal Tobin hace la visita y descubre cosas que no entiende, que no están claras, nombra a dos veedores económicos, y este es el tercer abuso que también rozaba al fundador: manejo económico. Y después del estudio recomienda comisariar el Sodalicio. Llegó la carta de él hace 4 semanas, se estudió el caso y hace 2 semanas se nombró un comisario. Hoy día el Sodalicio está comisariado por la Santa Sede por todo esto. Un caso parecido, diría en el procedimiento, no en las acusaciones, es el de los Legionarios, que ya fue resuelto en su momento por el papa Benedicto XVI, que en eso estuvo muy firme y muy fuerte, Benedicto no toleraba esas cosas y yo aprendí de él a no tolerarlas también. El estado jurídico hoy día del Sodalicio es el comisariamiento, y a la vez sigue la visita apostólica».
Fuente: La República