Los restos de la ballena, que varó en la playa Chulliyachi, fueron enterrados este jueves a pocos metros de la orilla con ayuda de maquinaria pesada de la Municipalidad Provincial de Sechura.
Esta medida se realizó a fin de evitar que se contamine el ambiente y en salvaguardar de la salud de los pescadores que frecuentan la zona.
El cetáceo -que medía un promedio de catorce metros y pesaba aproximadamente ocho toneladas- fue encontrado por un grupo de pescadores el pasado fin de semana. En una de sus aletas se halló un cabo atado.
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Cada año entre los meses de julio y octubre, es común avistar este tipo de mamíferos que llegan a las costas de Perú y Ecuador en busca de aguas tropicales para dar a luz o reproducirse.
Se calcula que algunas ballenas pueden llegar a medir hasta los diecisiete metros y pesar más de cuarenta toneladas. Miles de turistas llegan por esta temporada a Piura para observar el espectáculo que ofrecen los cetáceos a su paso.