El gerente de Servicios de Comercialización de la municipalidad de Piura, Edwin López Yamunaqué, señaló que la fecha sobre el desalojo de ambulantes del mercado de Piura, anunciado supuestamente para el 22 de enero, se mantiene en reserva por motivos de seguridad, pero dijo que el operativo se hará efectivo antes que termine el presente mes.
Los jirones 2 y San Francisco están llenas de vendedores de frutas y verduras que ocupan no solo las veredas sino parte de la pista expendiendo productos en el suelo por donde circulan las custer dentro del Plan de Desvío Vehicular por las obras en ejecución.
Estos sectores son los más tugurizados debido a la afluencia de compradores, ambulantes, presencia de custer y otros vehículos menores que impiden el libre tránsito por la vía pública.
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Esta problemática genera mucha molestia entre los compradores que acuden al mercado diariamente y se ven obligados a caminar por la pista exponiéndose a ser atropellados por los buses y carros que circulan por el lugar.
“Los ambulantes ocupan casi la mitad de la pista y lo peligroso es que pueden ocurrir los accidentes, vengo por necesidad a este centro de abastos sino no viniera, hay mucho desorden”, comentó la ama de casa Lía Miranda Ruiz
En el jirón 2 pese a la presencia de policías municipales es poco lo que estas autoridades hacen para controlar la informalidad y desorden vehicular y tampoco se observa personal de la Oficina de Transportes.
Otra calle con presencia de vendedores ambulantes y desorden vehicular es la avenida Blas Atienza, la cual es utilizada por los conductores como una arteria de doble sentido lo que origina un desorden en dicho sector al que se suma al tráfico en el jirón 2.
“La autoridad debe poner orden acá, está bien que los comerciantes tengan necesidades, pero porque no quieren desocupar las vías estamos así”, manifestó Miranda Ruiz.
En el jirón San Lorenzo se observa la presencia de puestos improvisados de comida al lado de depósitos de basura ante la mirada indiferente de los efectivos municipales.
Similar situación ocurre en el jirón Gonzalo Farfán donde los comerciantes han tomado la vía pública y veredas. Los negociantes irresponsablemente arman pequeñas tiendas que obstaculizan el tránsito por las calzadas.
Para los usuarios del mercado el anunciado desalojo no es una solución para el problema del mercado. “Los desalojan y en la tarde regresan otra vez, es de nunca acabar”, sostuvo Lía Miranda.
Fuente: Correo