Son más de diez años desde que Jorge Arnaldo Tobar Pérez (48) y Rosario de los Ángeles Madueño Atalaya (46) intentan infructuosamente convertirse en padres. Una década de intentos fallidos, de bregar contra un destino que parece ensañarse, hoy más que nunca.
Redacción
prensa@noticiaspiura30.com
Presos en dos cárceles limeñas, lejos de los bebés que lograron concebir por vientre subrogado, o «de alquiler», una práctica médica que las leyes peruanas no prohíben explícitamente, estos ingenieros chilenos afrontan una denuncia por trata de personas en la modalidad de tráfico de menores.
«Estamos ante un caso de compra y venta de bebés», sostiene Edith Chillitupa, titular de la Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Trata de Personas del Callao. Su argumento principal: hubo una transacción económica en la que los niños fueron usados como «una mercancía». «Hay un ofrecimiento de las partes: ‘por un niño, diez mil dólares; por dos niños, quince mil dólares’. Aquí se ha violado la dignidad de estos niños, se les ha puesto precio», acota la fiscal.
Y es que esta ingeniera comercial sufrió más de una pérdida desde que se propuso ser madre en el 2004, después de contraer matrimonio con su compañero de la universidad y trabajo. La pareja feliz y exitosa profesionalmente no se sentía completa sin un pequeño en casa. Así, ambos deciden someterse a varias terapias y optan incluso por la adopción.
Así llegaron a Lima, recomendados a la clínica Concebir, donde también intentaron una serie de opciones. Asesorados por el médico Luis Noriega, director de este centro, optaron por una última posibilidad: un vientre subrogado o de alquiler. Para ello contactaron a una joven peruana y se cerró el trato.
Chary Rodríguez, abogada especialista en derecho genético y parte de la defensa de la clínica Concebir, señala que la denuncia no es válida y se sustenta en una interpretación errónea de la ley peruana, que no prohíbe la práctica del vientre subrogado como una opción de maternidad asistida. «Hay un vacío legal contra el que venimos luchando desde hace años. No hay una ley, un artículo que mencione este método por ningún lado», señala enfática.
Hoy, la prueba de ADN realizada en un laboratorio particular, y que determinó la compatibilidad genética de Tobar y los menores, tendría que agilizar la liberación de la pareja en las próximas horas.
A las 9:00 a.m. es la audiencia de apelación donde se presentará este examen genético que podría traer abajo este caso único, el cual obligaría a replantear nuestras leyes de paternidad y filiación.
Fuente: La República