Los gobiernos del mundo no tardaron en posicionarse a favor o en contra de la invasión rusa en Ucrania, luego de que Vladimir Putin lanzara una operación militar a gran escala que consistió en el envío de tropas por tierra, mar y aire.
Algunos países rechazaron la incursión militar desde antes de que comenzara, cuando Estados Unidos advirtió que Rusia estaba movilizando tropas cerca de la frontera con Ucrania, solicitando una solución diplomática al conflicto con la intervención de los países más poderosos a través de sanciones, en su mayoría económicas, a las empresas y la élite política rusa pero no hubo respuesta.
¿Quiénes apoyan a Ucrania?
La OTAN, que incluye 30 países, entre los que se encuentran potencias como Estados Unidos, Canadá, Francia y Reino Unido mostraron su apoyo a Ucrania.
Parte de la justificación de Putin para iniciar la guerra es el interés del gobierno ucraniano en formar parte de la organización atlántica, que sirve como una alianza militar para la defensa común. Líderes de las naciones que componen la coalición, como el presidente de EE.UU., Joe Biden, fueron los primeros en mostrar su apoyo a Ucrania. La posición de EE.UU. va en línea con el resto de los miembros del G7 (organizaciones lideres del mundo), conformado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido, y que también mostró su respaldo al pueblo ucraniano.
De igual forma, otros países que no son miembros de la OTAN, pero que guardan estrechos lazos con la organización, se posicionaron en contra de Rusia. Entre estos Israel, Australia y Taiwán. La Unión Europea, compuesta por 27 estados, también está alineada con Ucrania.
¿Quiénes apoyan a Rusia?
La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una entidad creada después de la caída de la Unión Soviética, es el mayor apoyo militar de Rusia de la que forman parte Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.
En América Latina, Rusia encontró apoyo en Cuba, Nicaragua y Venezuela, países con los que comparte estrechos lazos económicos.
El conflicto continúa, así como sus repercusiones en la vida de millones de personas en Ucrania, Rusia y alrededor del mundo. Hasta el momento se estima que unas 100.000 de personas han huido de sus hogares para salvaguardar su vida.