Morderse las uñas es un hábito muy común en muchas personas de todas las edades. Sin embargo, pocos saben los peligros de esta perjudicial práctica.
Redacción
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Se conoce como onicofagia al mal hábito de morderse o «comerse» las uñas. Aunque muchas personas lo relacionen con una práctica derivada del estrés o el nerviosismo, muchos desconocen que ese hábito trae graves consecuencias a quien lo practica en exceso.
Hace unos años atrás un árbitro de fútbol británico murió debido a una infección derivada del hábito de morderse las uñas. John Gardener, de 40 años, murió de un ataque al corazón cuando se encontraba en recuperación tras ser intervenido quirúrgicamente para removerle la punta de uno de sus dedos que había quedado casi totalmente deshecho por esta insana práctica.
Gardener era diabético y su mal hábito lo llevó a insensibilizarse ante el dolor por lo que se hacía sangre en sus dedos con mucha frecuencia.
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Muchas personas se sienten avergonzadas del aspecto de sus uñas luego de mucho tiempo mordiéndolas ya que los dedos se entumecen, las uñas quedan demasiado cortas y el aspecto de los dedos y manos en general decae. Más allá de la estética, morderse las uñas es una mala costumbre que puede afectar directamente a la salud.
Infecciones
La paroniquia es una infección que afecta la piel alrededor de las uñas de las manos y pies. Por lo general, afecta a las cutículas, por lo que esta afección atañe a quienes además de morderse las uñas se comen las cutículas o «cueritos» de los dedos.
En un estado avanzado de infección la uña podría comenzar a separarse de la piel y desprenderse. Chuparse los dedos y las uñas encarnadas también pueden provocar paroniquia. Esa infección puede permanecer durante semanas.
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Inflamación
La composición química de la saliva te permite descomponer las grasas y otras moléculas de los alimentos y ayuda a la digestión, pero, según afirma Adam Friedman, profesor asociado de dermatología en la Universidad George Washington, también puede dañar e inflamar la piel de las yemas de los dedos si estos están en contacto permanente con ella. Por esta misma razón, lamer demasiado los labios puede hacer que se resequen y se agrieten.
VPH
Las verrugas en los dedos son causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Este tipo de verrugas no son las mismas que causan verrugas en los genitales pero del mismo modo son altamente contagiosas. Pueden transmitirse con facilidad de boca en boca y hacia otras partes del cuerpo cuando una persona se muerde las uñas o se lleva las manos a la boca, como en el caso de los niños.
Problemas dentales
No sólo morderse las uñas y las cutículas sino también chuparse los dedos, pueden traer como consecuencias problemas bucodentales. La forma en la que una persona muerde sus uñas o chupa el dedo a través del tiempo puede ocasionar problemas de oclusión dental, es decir, la forma en la que los dientes superiores se unen con los inferiores al cerrar la boca. Este problema debilita los dientes, los va desgastando y ocasiona con el tiempo trastornos mayores.
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Bacterias que enferman
Desde ya, el hábito de llevarse los dedos a la boca, hace que millones de bacteria entren en nuestro cuerpo. Las uñas son un lugar ideal para que las bacterias proliferen y de allí pasen al resto del cuerpo causando graves enfermedades. Por ejemplo, las uñas son uno de los lugares favoritos de bacterias como la escherichia coli y Salmonella.
Es importante tener en cuenta que, aunque lavemos muy bien las manos con agua y jabón aún quedan restos de suciedad y bacterias bajo nuestras uñas. Por lo que debemos contar con un cepillo de uñas a la hora de lavar las manos para eliminar todo resto de suciedad.
Emociones negativas
La calidad de vida de quien se muerde las uñas es bastante más baja de quien no lo hace. Al ser una práctica asociada al estrés, y a los trastornos emocionales, la tensión va en aumento cuando quien padece este mal hábito intenta frenarlo. Esta presión que sienten y necesidad de dejar de hacerlo, pero sin poder cumplir el objetivo, es lo que hace que ésto influya negativamente en su vida, aumentando así el estrés.
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Como todo hábito, morderse las uñas es algo difícil de dejar de hacer de un día para el otro. Sin embargo, con algo de constancia y voluntad las personas pueden terminar con esta necesidad de llevarse los dedos a la boca.
Cortar las uñas bien cortas, identificar a conciencia por qué se muerde las uñas y utilizar algunos remedios caseros, son algunos trucos para aplicar en caso de querer frenar con esta mala costumbre.