Más de 30 toneladas de residuos sólidos hospitalarios a nivel regional dejan mensualmente los establecimientos de salud públicos y clínicas privadas, lo que es un peligro para la ciudadanía, ya que no cuentan con equipos técnicos que permitan la segregación de los materiales y así evitar el contacto directo que pueden causar graves enfermedades.
Miguel Ruiz Gómez, director ejecutivo de Salud Ambiental de la Dirección Regional de Salud de Piura, sostuvo que un tercio de la población se ha visto afectada por estos desechos, recalcando que el sector público no cuenta con presupuesto para estos proyectos de segregación, por lo que son arrojados en las calles, ríos y zonas donde hay mayor transitabilidad. Precisó, además, que estos no solamente afectan a los pacientes y familiares de los hospitales sino a la misma gente de la calle.
Estimó que para el 2018 se ha propuesto exigir al Ministerio de Salud un presupuesto de cerca de 20 millones de soles para estos proyectos.
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“Recién estamos tomando conciencia, y es la primera vez que estamos peleando por un presupuesto al Minsa para el próximo año, este dinero se utilizaría en la contratación de una empresa para que se encargue del recojo, segregación y disposición final de estos residuos hospitalarios”, enfatizó el director.
Señaló que los centros de salud privados como clínicas, hospitales y consultorios arrojan un promedio de 10 toneladas mensuales de estos desechos, pero a diferencia de los públicos estos si cuentan con empresas que realicen estos trabajos de tratamiento.
“La Diresa vigila, supervisa a las entidades privadas para que cumplan con las normativas vigentes, tienen que tener una EPS (Empresa Prestadora de Servicio) Especial para el tratamiento de estos residuos peligrosos”, finalizó el especialista.