No hay Velaciones ni fiesta de Todos los Santos sin las roscas de muertos y, lógicamente, de los siempre sabrosos “Angelitos”, que en Catacaos siempre los hay y de buena calidad.
Redacción
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Imprescindibles para los niños, estos dulces, en la calle Piura cuadra 5, tienen en doña Digna More de Zapata, 64, a una experta que guarda la receta de antaño, con insumos de calidad y un sabor insuperable.
Son más de 30 años, dándole a la harina especial, harina, anís, ajonjolí, azúcar impalpable, que en medidas que ella conoce le permiten tener pedidos desde el mes de octubre.
“Ahorita estamos entregando a los colegios estas bolsitas especiales, para que ellos puedan compartir”, comenta mientras nos muestra una mesa llena de estos manjares, propios de la fiesta.
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Doña Digna, recuerda que todo empezó cuando se afanó en ayudar a su hermana mayor, María, quien los preparaba para velaciones y allí le cogió el gustito y la receta.
Con su esposo, un pescador que laboraba en Sechura y sus tres hijos se dedicó de lleno a ello y ahora, trabaja con su nuera, que es quien mejor aprendió los secretos y, es su mayor aporte, por mantener la tradición en Catacaos.
“Desde octubre, empezamos a vender y en esta semana y hasta el mes de noviembre ya nos llegan los pedidos para angelitos y roscas que se van a Lima y otras partes del país”, nos cuenta con orgullo.
“Tenemos bolsitas de 2 y 1 sol y cada una lleva chumbeques relleno de miel, pie de piña, bombitas con manjar blanco, papelito con relleno de piña, pastel de canela, rosquitas de azúcar, suspiros de colores, cocadas, todos especiales”, dice muy segura de sus productos.