Hay nuevas enfermedades surgiendo todo el tiempo y las infecciones de transmisión sexual (ITS) no son una excepción. Aquí te contamos de cuatro bacterias que podrían convertirse en amenazas graves para la salud pública.
Redacción
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1. La Neisseria meningitidis (también llamada meningococo): Causada por la bacteria N. meningitidis que se encuentra en la parte posterior de la nariz y garganta del 5% al 10% de humanos.
Se intuye que se puede transmitir esa bacteria a sus parejas a través del sexo oral, los besos profundos u otros tipos de contactos íntimos y puede causar meningitis invasiva, que trata de una infección potencialmente mortal del cerebro. Por fortuna existen dos vacunas que, combinadas, pueden ofrecer cierta protección.
2. La Mycoplasma genitalium, una de las bacterias más pequeñas que se conocen, infecta aproximadamente a entre el 1% y 2% de las personas y es especialmente común en adolescentes y adultos jóvenes.
Se parece en síntomas a una clamidia o gonorrea, con irritación persistente de la uretra y el cuello uterino; podría desencadenar una enfermedad inflamatoria pélvica en el sistema reproductor femenino,también infertilidad, aborto espontáneo, parto prematuro e incluso muerte fetal.
Los preservativos pueden ayudar a prevenir la infección.
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3. Shigella flexneri: También conocida como shigelosis (o disentería de Shigella), se transmite por contacto directo o indirecto con las heces humanas.La infección causa calambres estomacales severos y brotes explosivos de diarrea llena de sangre y mucosidad, que ayudan a perpetuar la transmisión de la bacteria que se trasnmite a través del sexo anal y oral.
Esta ITS se está volviendo rápidamente resistente a la azitromicina, que también se usa para tratar la gonorrea.
4. Linfogranuloma venéreo (LGV): Es causada por cepas inusuales de Chlamydia trachomatis, puede provocar una «infección terrible», se inicia con un grano, ampolla o úlcera genital temporal y luego invadir el sistema linfático del cuerpo. La infección rectal puede simular una enfermedad intestinal inflamatoria y ocasionar anomalías crónicas y graves del colon y del recto, como fístulas y contracciones.