Alan García Pérez pasó un lunes apacible en la residencia diplomática de Uruguay, en San Isidro, almorzó con el embajador Barros, recibió a algunos familiares y colaboradores, en espera de que Montevideo resuelva su petición de asilo diplomático.
Redacción
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La madrugada del lunes recibió a su hijo adolescente Federico Dantón, de 13 años, y en anoche, hacia las 8:00 p.m., al joven Alan Raúl, quien arribó con su novia. Se pudo observar en la residencia diplomática la presencia de Ricardo Pinedo, su secretario personal.
Entretanto, las Cancillerías de ambos países comenzaron a tomar posiciones para lo que, aparentemente, será una disputa diplomática con plazo indefinido. En este escenario, emergió el testimonio inesperado del expresidente Ollanta Humala Tasso dirigido al presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez Rosas, a través de una carta abierta.
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En la misiva, el exmandatario rebate los principales argumentos de Alan García, entre ellos el referido a la persecución política, y más bien señala que el líder aprista fue quien usó su poder para perseguir a sus adversarios.
“Debo señalar, de manera contundente, que no existe ni ha existido en el país ningún tipo de persecución contra el mandatario aprista”, señala Humala Tasso al iniciar su carta.
“No es por alguna intervención del Gobierno -continúa- que Alan García esté siendo investigado por la Fiscalía sino, más bien, por la aparición de información documentada por grupos de investigación periodística relacionadas con rutas de dinero y pago de sobornos por obras desarrolladas bajo su administración, que las propias empresa brasileñas han señalado haber entregado a sus funcionarios y compañeros apristas”.
Humala asegura luego que ha sido víctima, junto con su esposa, de persecución política por parte de Alan García.
“Claro que existe (la persecución), pero no la ejecuta este Gobierno contra Alan García, sino el propio Alan García contra sus opositores”, sostiene.
Fuente: Correo