Después del 27 de marzo del 2017, fecha en que se desbordó el río, les cambió la vida a muchas familias, algunas perdieron todo, otras dejaron sus casas para vivir en albergues que fueron instalados por el Estado, pero ello no los llevó a quedarse atrás, continuaron luchando para salir adelante y lograr recuperar la vida de antes. Algunos no solo han ganado reconstruir sus viviendas sino sus vidas.
Manuel Sosa, un hombre de aproximadamente 60 años, nos cuenta como ingresó a esta red denominada “Hombres de miércoles”, proyecto que consiste en capacitar a estos hombres para mantener una familia unida, sobre todo feliz a pesar de las circunstancias que les tocó vivir, ahora ellos conocer que los derechos son iguales para todos.
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Este proyecto reúne a más de 100 hombres de varios albergues como San Pablo, Km. 980, Km 975 entre otros, que se juntan todos los miércoles para recibir capacitaciones de especialistas como psicólogos, donde tratan temas de violencia familiar, como evitar los maltratos entre parejas, y a los hijos, además reciben ayuda de la cruz roja que los capacita sobre primeros auxilios, de esta manera que estos hombres conozcan y sepan ayudar ante una emergencia.
“Nos reunimos todos los miércoles por eso nos llaman los hombres de miércoles, al principio era difícil porque nos veían con los mandiles rosados pero después nos acostumbramos, aquí he aprendido a vivir feliz, antes gritaba a mis hijos, a mi esposa ahora ya no, trato de ser tranquilo y alegre con la familia y los vecinos, ahora entendemos que los derechos son iguales tanto para la mujer como para los hombres, después de esta capacitación he aprendido ayudar en la casa, a cocinar, lavar, compartimos los quehaceres, me ayudó a dar un cambio en mi vida”, precisó Sosa Flores, integrante de esta red.
Exhortó a los pobladores a seguir uniéndose a este grupo para dar un cambio a sus vidas, dijo otro integrante de esta red.