Un día como hoy, 26 de julio del año 1541, dejó de existir el conquistador Francisco Pizarro, el cual fue asesinado por el hijo de su socio Diego de Almagro, conocido como Almagro el Mozo, dándole una estocada en el cuello.
Redacción
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El ingreso de los partidarios de Diego de Almagro a la residencia de Francisco Pizarro, terminó con la muerte del conquistador a sus 63 años, como consecuencia de una estocada en el cuello.
Ello sucedió debido a las labores que Pizarro ejerció con el fin de consolidar la colonia luego de la muerte de Almagro, sucedida en el Cusco el 08 de julio de 1538. Aquel 26 de junio, Pizarro se preparaba para el almuerzo del mediodía junto a una buena cantidad de invitados. De pronto, uno de sus criados dio la voz de alarma y los almagristas ingresaron preguntando: »¿Dónde está el tirano?»
Pizarro se asomó por la escalera y al regresar al comedor, se dio cuenta que sus invitados habían fugado por las ventanas.
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Pizarristas y almagristas libraron un desigual combate donde el conquistador recibió una estocada que le atravesó la garganta. Cuando respiraba aún, un almagrista levantó un pesado jarrón y se lo arrojó a la cabeza.
Los agresores obligaron a las autoridades de Lima a nombrar gobernador al joven Diego Almagro y forzaron que Francisco Pizarro fuera enterrado de forma casi clandestina, según señala Henry Kamen, en un patio de la catedral de la ciudad. Y precisamente aquí empieza la otra parte del desgraciado ocaso de Pizarro. Las tumbas y diretes.
Como narra la historiadora Carmen Martín Rubio en su obra, Pizarro había dejado escrita su voluntad de ser enterrado «en la iglesia mayor de esta Ciudad de los Reyes, en la capilla mayor de la dicha iglesia». Con el paso de las décadas los restos de Pizarro sufrieron distintos traslados hasta que, en 1623, se decidió su definitivo emplazamiento: en la bóveda sepulcral debajo de la capilla mayor de la Catedral de Lima. Allí permanecieron hasta que, en 1881, el cabildo de la ciudad estableció una comisión para exhumar e investigar sus restos como conmemoración del 340 aniversario de su muerte.