Las nuevas tecnologías de la comunicación forman en la actualidad parte de la vida de los niños y adolescentes, por lo cual viven en un mundo globalizado donde muchos de ellos dedican gran cantidad de tiempo a los videojuegos e internet, elementos que infieren negativamente y los hacen sentir integrados pero que pueden convertirse en un problema serio de adicción.
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Al respecto, la psicóloga María Elena Santiago Gómez, del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins aseguró que actualmente los jóvenes están volviéndose adictos y están afectando el desarrollo de su personalidad.
“Los niños y adolescentes al pasar largas horas en sus computadoras, se olvidan de su familia, parientes o amigos y de responsabilidades escolares, descuidando su alimentación y aseo, lo que puede llevar a estados de fatiga, incomodidad y tensión constante que puede terminar en cuadros depresivos y de ansiedad, así como ocasionar otros trastornos (como mentir o sustraer dinero), faltar a clases y en ocasiones dejar de estudiar. Todo lo que configuraría un cuadro de adicción”, afirmó.
Sin la supervisión adecuada, los menores se encuentran no solo expuestos a este peligro, sino también tener contactos virtuales con personas a las que no conocen. “Pueden ser potenciales víctimas de pedófilos o personas inescrupulosas”, advirtió.
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Recalcó que el uso desmedido a las redes sociales interfiere de manera negativa en la vida cotidiana de los menores de edad, afectando su salud, rendimiento académico, calidad en las relaciones sociales y a una ocupación sana de su tiempo libre. “Su accesibilidad, inmediatez, privacidad, anonimato y facilidad de suplantación de la identidad, hacen que internet sea un factor multiplicador de riesgo”, aseveró.
Con respecto al contenido de los videojuegos, la especialista aseveró que contribuye a deteriorar la personalidad del niño. “Los juegos altamente violentos, la interacción lúdica, los animes con contenidos suicidas y terroríficos, producen un alto nivel de estrés, y ansiedad, haciéndolos vulnerables a contraer enfermedades autoinmunes, produciendo tartamudez, miedos, etc.”, agregó.
La forma principal de prevención está en casa. Por ello, recomendó a los padres de familia regular los tiempos de exposición a internet de sus menores hijos, controlar el contenido de los videojuegos, propiciar la comunicación y las actividades al aire libre, así como incentivar en el niño diversos valores y explicarles las consecuencias del abuso tecnológico.