En la Piura del siglo XVIII, apenas tenía seis calles longitudinales, paralelas al río Piura, las que por su arquitectura u disposición distinguían la condición de los habitantes de la ciudad; cada calle mostraba las costumbres, gustos e ideas de sus residentes así como las industrias o actividades a las que se dedicaban.
Redacción
prensa@noticiaspiura30.com
La calle La Florida, hoy calle Lima, la primera paralela a la rivera del río (se le conoce también con el nombre de «la calle del río»), era la calle de los hacendados, de los tineros y de las grandes moradas, es decir, la rúa de las familias económicamente mejor acomodadas, era la «calle de los Chapetones encopetados».
La siguiente era la «calle Real», hoy calle La Libertad, que a decir por Enrique López Albujar, era el hábitat de la burguesía del leguleyismo, a lo largo de ella se ubicaban: el el extremo sur, Convento de La Merced, a mitad de calle y en medio de la ciudad, la Iglesia del Hospital de Belén y por el norte, la Iglesia del Carmen su cercanía con la calle La Florida le daba cierto prestigio y hacia posibles los chismorreos y amoríos, también permitía el paso de los criados, aguateros, leñateros, así como de las piaras que llegaban a la ciudad desde los fundos ubicados en el Medio y Alto Piura.
| LEER MÁS >>> Una calle, un nombre, una historia
La «calle del Cuerno», hoy calle Tacna, se ubicaba el grupo de los foráneos comerciantes y vecinos temporales que por lo general habitaban en las haciendas de los distintos lugares del partido, por ella se llegaba a la plaza de armas, al cabildo y a la Iglesia del Carmen y a la de San Sebastián en los extremos del cuadro urbano.
La calle del «Playón» hoy Arequipa, era el barrio del comercio, en ella se establecieron las tiendas y los bodegones, los sastres y los plateros, era la ruta obligada de mangaches en sus excursiones domingueras. Allí se ubicaba la Iglesia de Santa Lucía, de «mixtos» o mestizos.
Después de ubicaba la quinta calle, denominada: «El Pedregal» actualmente calle Cusco, sede de familias pobres, de la baja burguesía.
Finalmente la sexta calle, «Los Ángeles hoy calle Junín, aquí se concentraron los negros y mulatos, cholos e indios del último estrato social, fue un centro de borracheras y jaranas, lugar de superstición y de hechicería barrio de gente astuta y bullanguera, divertida y pintoresca.
Con información: Mangache